El presidente del Gobierno de Canarias, Angel Victor Torres, se ha comprometido con el presidente del Cabildo, Alpidio Armas, y con el Director Insular de la Administración del Estado, Jose Carlos Hernández, a financiar con fondos propios y/o transferidos por el Estado la rehabilitación del antiguo Centro de Acogida Temporal de Inmigrantes (CATI) tras haberlo visitado, comprobar su estado de abandono y ver la posibilidad de su recuperación para cumplir de nuevo con los fines de alojamiento circunstancial de los migrantes que llegan a la Isla. El presidente herreño recordó que la llegada masiva de emigrantes a la isla, el punto más suroccidental de Canarias, especialmente al puerto pesquero de La Restinga y últimamente al de La Estaca, complica de manera extraordinaria la capacidad de respuesta de las administraciones implicadas en su acogida y de Cruz Roja El Hierro debido a la pandemia de la Covid, cuyos protocolos de actuación epidemiológicos conllevan que se retrasen las derivaciones al exterior, lo que provoca colapso en las infraestructuras, pequeñas y dispersas, puestas a disposición por parte de las Instituciones herreñas, en este caso el Cabildo de El Hierro, que ofrece el polideportivo de Valverde, el campo de lucha y el aula de la Naturaleza de El Pinar, la residencia de estudiantes de Valverde y un inmueble alojativo de su propiedad. Esta dispersión supone un verdadero problema para la logística de atención por parte del personal de Seguridad y Emergencias y Servicios Sociales del Cabildo, Cruz Roja de El Hierro, fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado y policías locales y personal de los tres ayuntamientos herreños. “Estoy convencido de que tanto el Gobierno de Canarias, como nos manifestó su presidente, como el Estado, nos ayudarán a resolver este problema y poder contar cuanto antes con esta infraestructura vital para abordar con garantías el drama de la emigración ilegal, así como posibles situaciones de seguridad y emergencias tanto a nivel insular como en el mar limítrofe por nuestra posición geográfica estratégica en el Atlántico”, declaró el presidente insular. HISTORIA DE LA INMIGRACIÓN A EL HIERRO Hasta el mes de marzo del año 2006, el fenómeno de la arribada de cayucos y pateras a la isla era anecdótico. Hasta ese momento sólo habían llegado dos cayucos con no más de 50 inmigrantes cada uno, pero a partir del 4 de marzo de 2006, cuando arriba el primer cayuco con 44 inmigrantes, se produce una auténtica avalancha en cascada que desembocó a finales del año 2009 con unas 4.500 personas que habían alcanzado la isla de El Hierro. La situación descrita determinó que el Ministerio del Interior acometiera, previa cesión en marzo del año 2007 de los terrenos del Campo de Tiro “La Cancela” por el Ministerio de Defensa, situado entre la capital herreña y la localidad de Echedo, término municipal de Valverde, la construcción de un C.A.T.I. (Centro de Acogida Temporal de Inmigrantes). Esta instalación permitió la acogida de unos 3.500 inmigrantes hasta la finalización de su llegada masiva a la isla de El Hierro, aproximadamente a finales del año 2009. Estas instalaciones, compuesta por casetas prefabricadas, ocupan una superficie aproximada de unos 5.180 metros cuadrados, aunque el terreno abarca una extensión total de 8.000. Este alojamiento temporal demostró su idoneidad para la gestión de esta primera grave crisis humanitaria, tanto por su cercanía con la Villa de Valverde donde se ubica el Hospital Insular y los principales servicios de la isla, como por permitir la centralización de la logística alimentaria, de vigilancia y de atención por los servicios de Cruz Roja a todas estas personas. Alpidio Armas, señaló que en la actualidad se está produciendo un nuevo fenómeno de arribada masiva de inmigrantes a las islas Canarias, que en el caso de El Hierro ha determinado que desde octubre del año 2020 hasta la fecha hayan alcanzado nuestras costas 890 personas, permaneciendo todavía en la isla 408 de las mismas, lo que equivaldría a un 6% de su población real, lo que sin duda puede considerarse una situación crítica que ha desbordado la capacidad de las infraestructuras y servicios sanitarios y sociales de la misma. “Hemos puesto nuestra cuota de solidaridad, pero ello no es suficiente", señaló Armas, "porque a nadie se le escapa que este fenómeno merece otro tipo de respuesta que garantice la acogida controlada y centralizada de los migrantes, sobre todo entendiendo que las derivaciones no son inmediatas derivada de la crisis sanitaria, y tenemos que estar preparados disponiendo de unas instalaciones específicas para la crisis migratoria, lo que a su vez supone recuperar y llevar la normalidad a todas las infraestructuras insulares que han sido dispuestas para ello”.
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